Horror vacui
El invento del barómetro se atribuye a Evangelista Torricelli, que creó la primera versión operativa de un barómetro de mercurio en 1643. En realidad, la concepción de la idea del barómetro se atribuye a Descartes unos años antes aunque no se cree que construyese dicho instrumento.
No existiría ningún barómetro sin antes reconocer que el vacío es posible en la naturaleza, en contra de la afirmación de Aristóteles del horror vacui o la aversión de la naturaleza al vacío. En el siglo XVII se daba por supuesto, incluso por Galileo, que el aire no tenía peso. La prueba de que esto en realidad no era así surgió de una exigencia muy práctica: los mineros toscanos tenían problemas para bombear agua a una distancia vertical de 12 m, con el uso de bombas de succión, pero descubrieron que solo podían subir el agua 10,3 m…